jueves, 25 de julio de 2013

Arañas, gusanos y serpientes en la mitologia

No todos los animales de los cuentos o de la vida real son grandes y poderosos.

La pequeña araña "viuda negra" y la dentrobatidae (rana venenosa) son muy peligrosas a pesar de su diminuto tamaño, del mismo modo que algunas serpientes.


En el África se cuentan historias de una araña gigante llamada "Anansi", termino que significa: araña. Algunos creen que Anansi es un mago, que en los buenos tiempos toma figura de hombre y en los malos aparece como una araña. Anansi es muy astuta; engaña, por igual a amigos y enemigos.

Cuando existía la esclavitud, los negros eran cazados para llevarlos de Africa a Europa como esclavos. Allí aprendieron a hablar Ingles, y muchas otras costumbres del mundo que los oprimia, pero a pesar de todo eso, los esclavos no olvidaron los viejos cuentos de su tierra.

Narraban historias de una araña llamada "Aunt-Nancy" (Tia Nancy).


En Japón también hay relatos sobre arañas. Entre ellas, algunas se refieren a una "araña gnomo" que se llama "Tsuchi-gnumo", que de día es una araña común y corriente pero de noche se convierte en una araña gigantesca.

Lo anterior muestra, quizás, el trabajo de la imaginación: a la luz del día somos valientes; pero de noche, aun las cosas mas insignificantes que vemos u oímos nos parecen grandes y pavorosas.

De la capacidad que tienen algunas serpientes para hipnotizar a sus presas, vienen los cuentos del terrible Basilisco. (El basilisco suele ser representado como una serpiente gigante, o como un "gallo" con patas de dragón)

El basilisco es un híbrido, cuyo origen decían que era el huevo de un gallo empollado por una serpiente. Este animal perverso se arrastraba como una serpiente pero manteniendo erguida la terrible cabeza de gallo. Todo ser viviente que miraba al basilisco moría.

Las historias sobre el basilisco debieron originarse con lo que se afirmaba de la cobra de los reyes de Egipto, quienes llevaban dibujada esta serpiente en sus vestiduras reales.

Las salamandras supuestamente eran reptiles muy fríos y venenosos, por eso podían pasar por el fuego sin quemarse; pues su helada piel apagaba las llamas. Cuando se inventó el asbesto, mucha gent afirmaba que no era sino un tejido de piel de salamandra.

También se llamó salamandra a una varilla de hierro al rojo vivo, que se usaba para inflamar la pólvora de los cañones.

Existen en la realidad las salamandras, que son anfibios pequeños e inofensivos, parecidos a los lagartos.

En el cuento "El gusano de Lambton" se narra que cortando al monstruo en dos, se unieron por si mismas ambas partes. Esto se apoya en un fundamento verdadero, pues si algunos lagartos pierden la cola, les nace otra nueva; y si un gusano de tierra se parte en dos, ambos fragmentos siguen sobreviviendo.

FUENTES: Libro Bestias Fabulosas de Richard Blythe, serie Realidad y Fantasia/Voluntad- Macdonald 1977
Fabulous beast 1977 Macdonald educational Ltda. London

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