miércoles, 28 de marzo de 2018

Relatos de encuentros Skinwalkers 2


Imitadores de voces 

Hace algún tiempo atrás yo yo y mi esposo vivíamos en una casita en el campo, esta casa nos las habían prestado mis padres en lo que conseguíamos el dinero para hacernos de nuestra casa propia. 

La casita estaba en medio de un enorme terreno, situándonos a cierta distancia de los demás vecinos.

Una noche mis amigos de la secundaria realizaron una reunión de ex alumnos, pero mi pequeño hijo se hallaba enfermo, por lo que había decidido no ir a la fiesta, sin embargo, mi esposo me insistió para que fuera, sabía lo mucho que apreciaba a mis amigos de la secundaria, además de que había tenido una semana muy pesada. El me prometió que nuestro pequeño no tenia nada grave, y me deje convencer para ir a la fiesta, de la cuál regrese a eso de las once de la noche.

Uno de mis compañeros me llevo en su auto, su esposa y él iban en los asientos delanteros y yo en el de atrás con otro compañero al que le llevarían también a su casa. Cuando nos íbamos acercando a la casa, sentí algo extraño, pude notar que la esposa de mi amigo también sintió algo porque miraba hacia todos lados inquieta, pero cuando llegamos a la casa vimos las luces prendidas, y a mi esposo de pie en la puerta, eso nos tranquilizo un poco, bueno, al menos a mi.

Mi esposo agradeció que me hubieran llevado a casa, note que estaba algo nervioso, y miraba insistentemente hacia todos lados, y antes de despedir a mis amigos les hizo una rara advertencia.

"vayan con cuidado, y si escuchan que alguien les habla, no se detengan, dicen los vecinos que han habido asaltos, que te piden ayuda, te bajas del auto y ahí te chingan"

Me parecio muy raro que dijera algo así, ya que no hablábamos mucho con los vecinos, y nunca habia escuchado una noticia sobre aquello, pero no dije nada, y me despedí de mis amigos, que siguieron el consejo de mi esposo.

Una vez en la casa le pregunte porque había dicho aquello y el me contó algo estremecedor

me dijo que había dejado al niño durmiendo en su cuarto, pero que había vomitado, por lo que lo llevo a nuestro cuarto y lo dejo dormido allí, luego salio al patio con las cobijas sucias para lavarlas con la manguera, y que una vez estaba lavándolas a chorro de agua escucho la voz de nuestro niño llamándolo desde la oscuridad del campo.

Asustado regreso a la casa, y fue a nuestro cuarto, encontrando a nuestro pequeño dormido, y entonces volvió a escuchar como la voz de nuestro hijo lo llamaba desde afuera, siendo que el niño estaba dormido frente a el.

Se armo de valor y grito a aquello que lo dejara en paz, y le amenazo diciendo que si se atrevía a hacernos algo iba a cazarlo y matarlo. luego de eso escucho una risa, y todo volvió a la normalidad.

sintió tanto miedo que por eso salio a esperarme a la puerta en cuanto vio las luces del auto desde la ventana, y también por eso había avisado a mis amigos de que no se detuvieran si escuchaban una voz en la oscuridad.

Al otro día me llamo mi amigo que venía conmigo en el asiento trasero, y lo que me dijo me asusto mucho.

"Que bueno que tu esposo nos previno, fíjate que al ir saliendo del terreno de tus padres, escuchamos la voz de un hombre pidiendo ayuda, y nos íbamos a parar, pero la señora de Juan vio una persona de pie al lado de un árbol, y cuando nos dijo y lo vimos el tipo salio corriendo, nos asustamos, la verdad, y nos fuimos rapidísimo, así que cuídense mucho"

Relatos de Skinwalkers 1

imagen tomada de: http://kynkyarelatos.blogspot.mx/2015/05/luna-llena.html

Los skynwalkers, cambia pieles o caminantes de piel, son brujos con la capacidad de tomar la forma de un animal, o bien pueden presentarse como individuos muy grandes y de largas extremidades (tipo slenderman), tienen la capacidad de imitar las voces, los rostros y hasta los cuerpos de personas y animales para atraer a sus victimas.

Esta es una leyenda navajo, que tiene mucho en común con la leyenda mexicana del nahual.

A continuación estarán algunos relatos sobre estos seres.

Visitando a los abuelos

La primera vez que vi un cambia pieles fue cuando tenía diez años, mis abuelos vivían en una granja, muy cerca de un frondoso bosque. Cada verano mis padres, mis tíos, mis dos primos y yo íbamos a visitarlos. Era un sitio bonito y tranquilo, donde gustábamos de ir de pesca, cazar y hacer fogatas.

Aquel día en especial, los adultos habían ido por comida para los animales, mis primos estaban en la casa, no recuerdo que hacían, pero yo estaba solo en el patio, cerca del corral de los cerdos disparando con una pistola de postas a algunas latas. En mi mente los recuerdos son algo confusos, pero creo que durante todo el día estuve nervioso, sentía como si alguien estuviera mirándome en todo momento, pero siempre que me aventuraba a voltear, me encontraba con que no había nadie.

Sin embargo siendo un niño, lo que menos quería era asustarme o aburrirme así que seguí disparando a las latas, cuando luego de un rato de sentir esa molesta sensación en la nuca, escuche una risa, y fue entonces cuando lo vi.

Estaba parado frente a mí, al lado de uno de los primeros arboles del bosque, una criatura enorme, cubierta de pelo gris, su rostro era como el de un lobo, pero su torso era gigantesco, como el de un hombre corpulento. No recuerdo si tenía cola, tampoco sus piernas, solo recuerdo que esa cosa estaba sonriendo, enseñándome sus blancos colmillos.

Me congele por el miedo, esa cosa me miro ladeando su horrible cara, y luego salió corriendo hacia el bosque a una velocidad imposible.

Asustado me metí a la casa gritando, mis primos acudieron rápidamente en mi auxilio, no puedo recordar que les dije, pero si recuerdo que mi primo mayor tomo el rifle del abuelo y salió, yo y su hermano salimos detrás de él, dimos una vuelta a la casa, nos acercamos al bosque, pero no había nada.

Regresamos a la casa, mis primos intentaban tranquilizarme, pensaban que quizás había visto a alguna persona que vivía en la calle, o a un lobo, no lo recuerdo del todo, pero sé que fueron muy pacientes, y que en ningún momento me trataron de loco. Sencillamente, buscaban una explicación racional.

Sin embargo, aquella noche, pude escuchar al cambia pieles afuera de mi ventana, gruñendo., en esa ocasión mi primo mayor se levantó y estando a punto de salir de la habitación, su padre, ósea mi tío abrió la puerta.
Aún recuerdo las palabras de mi primo.

“¿Papá?, ¿Qué haces aquí? Si acabo de escucharte allá afuera.”

“Yo me acabo de levantar, escuchamos ruidos afuera, tu tío y tu abuelo fueron a investigar, yo quería ver primero que ustedes estuvieran bien”

No puedo describir el miedo que sentí al escuchar aquello.

A la mañana siguiente le conté lo que vi a los adultos, no me tomaron en serio en ese momento, pero más tarde cuando mi tío me llevo con él a limpiar los establos, me conto sobre los cambia pieles, criaturas capaces de imitar voces humanas, tomar forma animal, muy fuertes y rápidas que buscan hacer daño a las personas.

Por suerte —me dijo— no resisten las balas.

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